
El compromiso aún debe ser respaldado por el pleno del Parlamento y el Consejo de Ministros de la UE.
El texto no fija tarifas sino que propone unos precios máximos por debajo de los cuales los diferentes operadores podrán competir ofreciendo tarifas más baratas. Así, a partir del próximo 1 de julio, las llamadas realizadas desde el extranjero, IVA excluido, no deberán costar más de 0,43 euros por minuto y 0,19 euros por minuto, las recibidas. A partir de ese momento, los operadores tendrán que cobrar a sus clientes por segundo a partir de los primeros 30 segundos, espacio al que podrán aplicar un cargo mínimo.
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